Atención
La atención es la capacidad que
tiene alguien para entender las cosas o un objetivo, tenerlo en cuenta o en
consideración. Desde el punto de vista de la psicología,
la atención no es un concepto único, sino el nombre atribuido a una variedad
de fenómenos. Tradicionalmente, se ha considerado de dos maneras distintas,
aunque relacionadas. Por una parte, la atención como una cualidad de la percepción hace
referencia a la función de la atención como filtro de los estímulos
ambientales, decidiendo cuáles son los estímulos más
relevantes y dándoles prioridad por medio de la concentración de la actividad
psíquica sobre el objetivo, para un procesamiento más profundo en la
conciencia. Por otro lado, la atención es entendida como el mecanismo que
controla y regula los procesos cognitivos; desde el aprendizaje por
condicionamiento hasta el razonamiento complejo.
En muchos
casos actúa de manera inconsciente iniciado en el hemisferio cerebral izquierdo y es
mantenida en el hemisferio derecho. El estar atento ("poner atención"
o "prestar atención") tampoco es un comportamiento único del ser
humano.
Atención selectiva: esta atención es la habilidad que
tiene un individuo para responder a los aspectos que requiere una determinada
situación o actividad y lograr apartar a todas aquellas que no resulten
indispensables para llevarlas a cabo.
Atención sostenida: esta clase de atención se da
cuando una persona necesita permanecer consciente sobre los requisitos para
llevar a cabo una determinada actividad y poder desempeñarla durante un largo
período de tiempo.
Atención dividida: alude a aquella habilidad que
tiene una persona de atender a por lo menos dos estímulos al mismo tiempo.
También se le llama atención divida aquella que, frente a una carga de
estímulos, el individuo logra repartir sus recursos atencionales para así poder
desempeñar una tarea compleja.
Atención involuntaria: ésta está vinculada con el
surgimiento de algún estímulo que resulte nuevo, significativo y fuerte que,
tras la monotonía o repetición, desaparece. Esta atención se caracteriza por
ser emocional y pasiva ya que la persona no se dirige hacia el objeto o
situación intencionalmente ni tampoco ejerce ningún tipo de esfuerzo. Además,
esta atención no está vinculada con los motivos, necesidades o intereses
inmediatos del individuo.
Atención voluntaria: es la desarrollada a lo largo de
la niñez, por medio del aprendizaje escolar y el lenguaje. La atención
voluntaria se alcanza luego de que el niño tiene la capacidad de señalar
objetos así como también nombrarlos independientemente de sus padres. Esto
indica entonces que la atención voluntaria es el resultado del desarrollo de la
involuntaria y, una vez adquirida, el individuo pasa de una a otra
constantemente.

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